En las últimas semanas surgieron reportes sobre la apertura en Rusia de centros educativos dirigidos a adolescentes para montar y pilotar drones, una iniciativa presentada por autoridades locales como una oportunidad técnica y profesional.
Sin embargo, la medida llega en un contexto de guerra y de ampliación del uso de UAV en combate, lo que encendió los cuestionamientos: ¿es formación STEM legítima o es el primer paso de una militarización temprana de la educación? Este artículo reúne la información verificada sobre objetivos oficiales, controversias y la realidad detrás del caso.
Escuela Rusa y drones: ¿Dónde está y quién la promovió?
La escuela que concentró la atención está en Krasnodar, ciudad del sur de Rusia, y fue anunciada públicamente por el alcalde Yevgeny Naumov a finales de septiembre de 2025.
Según la comunicación municipal, el centro, denominado en redes como Dobro i Nebo (Bondad y Cielo), ofrecerá cursos extraprogramáticos para adolescentes donde aprenderán a ensamblar drones, operar simuladores y pilotar UAV (vehículo no tripulado o dron) de pequeño tamaño.
Todo esto bajo la supervisión de veteranos de combate y expertos locales. Las autoridades presentaron el proyecto como formación técnica “útil y gratuita” destinada a despertar vocaciones en ingeniería y robótica.
¿Qué enseñan exactamente?
De acuerdo con reportes periodísticos y publicaciones oficiales, el programa combina:
- Clases prácticas de ensamblaje de drones y uso de impresión 3D para piezas.
- Entrenamiento en piloto remoto con simuladores y drones de prueba (FPV y multicópteros).
- Formación en electrónica básica, programación y mantenimiento.
- Evaluaciones de habilidades finas y “aptitud técnica” para seleccionar a participantes. En algunos casos, instrucción por veteranos de la guerra en Ucrania como instructores invitados.
- Fuentes locales y medios independientes señalan que se usan tanto drones de pequeño tamaño para entrenamiento como simuladores que replican operaciones más complejas.
Las autoridades insisten en que el propósito es civil y formativo, mientras que, medios críticos subrayan el riesgo de que estas habilidades se canalicen hacia usos militares.
@cnnee #Rusia dice haber abierto una nueva escuela para enseñar a los alumnos a ensamblar y pilotar #drones, en el marco de una iniciativa más amplia para militarizar las escuelas en apoyo a su dura guerra contra #Ucrania. Bajo el nombre de Dobro i Nebo, o “Bondad y cielo”, los alumnos de la escuela de Krasnodar recibirán formación por parte de personal militar y manejarán aeronaves reales y simuladores, según declaró el alcalde de la ciudad. #cnnenespañol ♬ sonido original – CNN en Español
¿Existe un plan más amplio?
Hay señales de que no se trata sólo de una escuela puntual. Investigación y reportes periodísticos apuntan a un mosaico más vasto. Informes indican programas similares en cientos de centros, extracurriculares y escolares, donde se integran módulos de drones y robótica, como parte de una apuesta estatal y privada por desarrollar capacidades en UAV.
Un reporte compilado sugiere que iniciativas relacionadas habrían llegado a centenares de escuelas y actividades de “hackathons” infantiles orientados a drones.
Proyectos técnicos y politécnicos, realizados en zonas industriales como Alabuga, han sido vinculados a producción de drones y reclutamiento de estudiantes para formación técnica que alimenta líneas de producción de UAV comerciales y, según algunas investigaciones, de uso militar.
Postura oficial: Educación técnica, empleabilidad y “nueva industria”
Pese a las controversias existentes por este gran paso en la educación, funcionarios municipales y promotores presentan el proyecto como:
- Un impulso a vocaciones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
- Una respuesta a la demanda industrial: “hay gran necesidad de especialistas en UAV”, dijo un directivo ligado a fabricantes (Geoscan y otros).
- Una oferta gratuita que, según las autoridades, mejora oportunidades laborales para jóvenes en sectores de robótica, agricultura de precisión, mapeo y logística.
- La narrativa oficial evita el marco militar. Enfatiza formación, empleo y actividades extracurriculares seguras.
Voces críticas: Militarización de la infancia y uso bélico de habilidades
Críticos y medios independientes advierten posibles escenarios:
Militarización educativa: capacitar a menores en montaje y pilotaje de drones, habilidades directamente transferibles a usos bélicos, podría normalizar su implicación en lógicas de conflicto. Organizaciones de derechos y periodistas subrayan que veteranos de guerra como instructores son una señal inquietante.
Reclutamiento encubierto: investigaciones han mostrado que ciertas escuelas y centros técnicos en Rusia y zonas controladas han derivado mano de obra juvenil hacia fábricas de drones o incluso entrenamiento para empleo en zonas de conflicto. Casos en Alabuga y otros polos industriales han sido documentados.
Escala y dirección poco transparentes: la declaración de “programas en cientos de escuelas” requiere verificación oficial; la escala real y los vínculos con ministerios de Defensa o empresas militares no siempre están claros.
Ventajas y riesgos desde una visión imparcial
Ventajas potenciales
Formación STEM real y práctica: ensamblar y programar drones enseña electrónica, mecánica, programación y trabajo en equipo, competencias demandadas en el mercado laboral.
Oportunidades laborales regionales: las zonas con industria de UAV podrían absorber talentos locales, reduciendo desempleo juvenil.
Aplicaciones civiles beneficiosas: drones se usan en agricultura, prevención de incendios, cartografía y rescate (habilidades útiles en contextos civiles).
Desventajas y peligros
Normalización del uso militar: enseñar a pilotar y armar drones puede facilitar la transición de habilidades hacia usos bélicos, especialmente en países con conflicto activo.
Riesgo de reclutamiento o explotación: sin garantías claras, programas escolares pueden convertirse en canal para incorporar mano de obra en líneas de montaje o, peor, en tareas militares indirectas.
Ética y protección infantil: involucrar a menores en actividades con potencial bélico exige marcos legales, transparencia y supervisión para proteger derechos y evitar propaganda o cooptación.
Educación tecnológica en la encrucijada ética
La escuela de Krasnodar y las iniciativas afines muestran un punto de inflexión, la tecnología no es neutra, y la intención con la que se enseña define su impacto. Convertir a jóvenes en técnicos de drones puede ser una tremenda oportunidad educativa y laboral si se enmarca en usos civiles, transparencia y controles éticos.
Pero en un contexto donde el Estado emplea masivamente UAV en conflictos, la línea entre capacitación legítima y militarización temprana es delgada. La decisión política radica en regular, supervisar y priorizar aplicaciones civiles junto con protección infantil.
En cualquier caso, la comunidad internacional, los defensores de derechos y las familias deberán vigilar que la enseñanza sea un puente hacia un futuro profesional, no un atajo hacia la guerra.