La crisis venezolana volvió a encenderse, pero esta vez no por protestas internas ni por sanciones económicas, sino por una serie de ataques de Estados Unidos a embarcaciones vinculadas al narcotráfico, muchos de ellos frente a las costas de Venezuela.
El gobierno de Maduro asegura que Washington prepara golpes en tierra, insinuando un intento de desestabilización o incluso de derrocamiento. La respuesta inmediata de Caracas fue voltear la mirada hacia sus dos aliados de mayor peso: Rusia y China.
Durante años se ha repetido la idea de que Moscú y Pekín actuarían como “escudos” frente a cualquier avance estadounidense. En este contexto muchos se preguntan: ¿hasta qué punto están Rusia y China dispuestas a intervenir para salvar al gobierno venezolano?
El nuevo frente de Venezuela ataques, incautaciones y amenazas de Estados Unidos
En los últimos meses, la llamada “guerra contra las drogas” se convirtió en la justificación ideal para una ofensiva marítima sin precedentes en el Caribe y el Pacífico.
Estados Unidos ha hundido embarcaciones, detenido tripulaciones aplicando fuerza letal contra supuestas redes de narcotráfico.
La magnitud recuerda, según analistas, al mayor despliegue naval estadounidense en la región desde la crisis de los misiles. La incautación reciente de un superpetrolero frente a Venezuela encendió todas las alarmas en Caracas.
Y las amenazas de que los ataques podrían trasladarse a objetivos en tierra llevaron a Maduro a hablar de una “operación de cambio de régimen en marcha”. Este clima es el que reactivó la pregunta sobre el verdadero papel de Rusia y China en la crisis.
¿Qué representa Venezuela para Rusia? un bastión simbólico y estratégico
Durante dos décadas, Moscú ha invertido enorme capital político y militar en Venezuela. Para Putin, el país caribeño es el “punto de presencia” ruso más importante en el hemisferio occidental, un contrapeso a la influencia de Estados Unidos.
Armas, petróleo y geopolítica
Venezuela ha comprado más de 14 mil millones de dólares en armamento ruso desde 2006, hablamos de cazas, helicópteros, sistemas antiaéreos S-300VM, blindados y artillería.
Empresas como Rosneft han operado proyectos clave con PDVSA en la Faja del Orinoco, obteniendo acceso privilegiado al petróleo pesado venezolano. Rusia ha reestructurado deudas y mantuvo a flote al régimen en momentos críticos.
Pero el límite existe
Expertos en diplomacia recuerdan que Rusia hoy enfrenta la guerra en Ucrania, sanciones masivas y presión económica interna. Según el analista ruso Andrei Kortunov:
“Moscú no puede permitirse abrir un segundo frente contra Estados Unidos en el Caribe.” Esto significa que Rusia mantendrá apoyo diplomático, energético y militar indirecto, pero no arriesgará un choque directo con Washington por Venezuela.
¿Qué significa Venezuela para China? un socio económico, no un aliado militar
A diferencia de Rusia, China ve a Venezuela desde una lógica menos ideológica y más estructural. Es un país con enormes reservas de petróleo pesado, deuda pendiente con bancos chinos y posición estratégica en Sudamérica.
Petróleo, créditos y estabilidad mínima
- China es uno de los mayores acreedores de Venezuela.
- Recibe petróleo como pago de deuda en esquemas de “préstamo por crudo”.
- Ha invertido en minería, energía, telecomunicaciones y transporte.
Para Pekín, el interés principal es estabilidad suficiente para asegurar reembolsos, contratos y proyectos, no necesariamente defender a un líder específico.
Apoyo diplomático sin cruzar líneas rojas
China ha denunciado el “uso o amenaza del uso de la fuerza” por parte de Estados Unidos y ha reiterado su apoyo a la “soberanía” venezolana. Pero, como dice la sinóloga Lu Xiang:
“China no arriesgará su relación con Estados Unidos por Venezuela. Su política exterior es pragmática, no emocional.”
En otras palabras, Pekín no enviará tropas ni barcos para defender a Maduro, pero sí hará lo posible para evitar un colapso que afecte sus inversiones o su narrativa de potencia responsable.
Lo que están haciendo hoy Rusia y China para responder a la crisis
Apoyo diplomático coordinado
Ambos países han condenado las operaciones estadounidenses en aguas venezolanas, advirtiendo que podrían escalar hacia un conflicto regional. Han exigido respeto a la soberanía venezolana en la ONU y otros foros multilaterales.
Blindaje económico y energético
- China continúa comprando petróleo venezolano con descuento.
- Rusia fortaleció coordinación en OPEP+ y renegoció esquemas de cooperación petrolera.
- Ambos han enviado señales financieras para calmar el mercado venezolano.
Cooperación militar
Rusia mantiene técnicos, asesores y mantenimiento de sistemas de defensa. China ofrece cooperación tecnológica y de ciberseguridad. Pero ninguno ha aumentado presencia militar que implique arriesgar un choque directo con Estados Unidos.
¿Cuáles son sus límites? lo que sí harían y lo que no
Muy probable
- Blindaje diplomático (veto en ONU, comunicados conjuntos).
- Más compra de petróleo y financiamiento selectivo.
- Apoyo militar indirecto o simbólico (asesores, mantenimiento, ejercicios).
Posible
- Retar algunas sanciones estadounidenses.
- Incrementar operaciones de inteligencia o presencia de contratistas privados.
Altamente improbable
- Enviar tropas o barcos para defender a Maduro de manera directa.
- Entrar en confrontación armada con Estados Unidos en el hemisferio occidental.
Como resume el experto europeo Jan Daalder: “Rusia y China defenderán a Caracas… hasta el último venezolano. No hasta el último ruso o el último chino.”
¿Neutralidad, apoyo o cálculo frío? Analizamos los tres frentes
- Apoyo político sin sacrificio estratégico.
Quieren que Maduro sobreviva, pero no a cualquier costo. - Neutralidad activa.
Condenan a Estados Unidos, refuerzan cooperación, pero evitan comprometerse en exceso. - Cálculo pragmático.
Si un nuevo gobierno garantiza contratos petroleros, pago de deuda y estabilidad,
ni Rusia ni China se opondrían frontalmente a un cambio de poder.
La diplomática argentina Paula Rangel explica que “Para Rusia y China, Venezuela es importante. Pero para Estados Unidos es vecindario. La asimetría determina el juego.”
Un poder que se mantiene sobre un hilo
Maduro insiste en que Rusia y China lo respaldarán pase lo que pase, pero las señales apuntan a otra cosa, lo respaldarán… siempre que no comprometa sus propias prioridades globales.
El tablero internacional muestra que los aliados no son incondicionales, sino estratégicos. Y en la era del realismo geopolítico, los intereses importan más que las lealtades ideológicas.
La gran pregunta (para Venezuela, para la región y para quienes observan desde fuera) es simple y brutal. En una confrontación directa entre Estados Unidos y Venezuela, ¿realmente alguien acudiría a “salvar” a Maduro?
Hasta ahora, la respuesta parece ser, solo hasta el punto en que no cueste demasiado.