Tras la explosión de un vehículo frente al centro comercial Mall del Sol en Guayaquil (con un fallecido y decenas de heridos) y las detonaciones posteriores en dos puentes de la costa, el Gobierno ecuatoriano confirmó la incorporación de agentes del FBI a la investigación.
La Embajada de los Estados Unidos emitió alerta de seguridad y condena, mientras que la prensa local reportó el arribo de peritos federales para trabajar con la Policía y Fiscalía. La secuencia subraya la escalada de violencia y el interés de Washington en respaldar la respuesta del Estado ecuatoriano.
El apoyo del FBI en Ecuador ¿qué está confirmado?
Medios nacionales como Ecuavisa, La República (Ecuador) y Metro Ecuador informaron que agentes del Buró ya se integraron a las diligencias por el atentado de Guayaquil, realizando inspecciones en la zona y coordinando con el Ministerio del Interior y la Policía Nacional.
La Embajada de los Estados Unidos en Guayaquil, por su parte, emitió alertas de seguridad tras el estallido. El saldo de la explosión y las acciones policiales, así como las dos bombas en puentes atribuidas por autoridades a redes criminales y disidencias ex-FARC, fueron hechos que aceleraron la cooperación.
Procedimientos y capacidades que aporta el FBI
Aunque el caso es de jurisdicción ecuatoriana, el FBI puede contribuir con protocolos y peritajes post-blast (escenas tras explosión) y con su laboratorio especializado en:
Explotación forense de artefactos: identificación de composición de explosivos, cableado, iniciadores, temporizadores y firma del artefacto. Esto nutre vínculos entre escenas y posibles fabricantes (“signature analysis”).
TEDAC (Terrorist Explosive Device Analytical Center): centro interagencial del FBI en Huntsville que recibe y analiza evidencias de IEDs para generar inteligencia accionable y comparar con su “biblioteca” global de bombas.
Técnicos en explosivos y entrenamiento post-blast: despliegues y programas de reconocimiento de patrones, residuos y trayectorias de onda expansiva; apoyo a cadena de custodia y reconstrucción de eventos.
¿Qué espera conseguir Ecuador con esta cooperación?
En esencia, tres objetivos prácticos:
- Atribución técnica rápida (tipo de explosivo, método de armado y autoría probable por “firma”), útil para solicitar órdenes, capturas y cooperación internacional.
- Vinculación de casos (coche bomba + explosiones de puentes) si comparten componentes o modus operandi, fortaleciendo hipótesis de redes binacionales (p. ej., nexos con disidencias ex-FARC) y bandas locales como Los Lobos o Los Choneros.
- Mejoras de largo plazo en protocolos y capacidades forenses nacionales (formación y equipamiento), además de acelerar órdenes de captura y asistencia judicial en los Estados Unidos cuando hay proveedores o financistas fuera del país.
¿Quiénes llevan la investigación?
La fiscalía general del Estado y Policía Nacional conducen la causa en Ecuador (circuito de cámaras, entrevistas, peritajes, detonación controlada del segundo vehículo). Mientras que, el Ministerio del Interior lidera la coordinación interinstitucional comunicando que el hecho se investiga como terrorismo.
El apoyo internacional del FBI, por su parte coopera en labores forenses y analíticas; la Embajada de los Estados Unidos mantiene alertas y apoyo político-técnico.
¿Es la primera vez que el FBI coopera con Ecuador?
Aunque para muchos pueda ser novedad, el hecho es que, no es la primera vez que este departamento coopera con Ecuador. Hay precedentes recientes y documentados:
Asesinato de Fernando Villavicencio (2023): el gobierno pidió apoyo del FBI. Estados Unidos activó además un programa de recompensas por información.
Atentado en San Lorenzo, Esmeraldas (2018): agentes del FBI se sumaron a la indagación por el coche bomba contra un cuartel policial.
Capacitación post-explosión (Guayaquil, 2022): Estados Unidos impartió cursos sobre investigación post-blast a Policía y Fiscales, reforzando protocolos para escenas con IEDs.
Una cooperación útil con retos mayores
La entrada del FBI es una herramienta aceleradora, suma ciencia forense, permite la comparación global de artefactos y, sobre todo, brinda atribución técnica que respalde capturas y juicios. Le otorga a Ecuador capacidad de enlace internacional en un momento en que la violencia combina bandas locales con tramas transnacionales.
Pero la cooperación no sustituye una estrategia integral. Sin políticas sostenidas contra finanzas criminales, control de insumos explosivos, inteligencia penitenciaria y reforma institucional, la respuesta seguirá siendo reactiva.
Si el trabajo conjunto permite cerrar el círculo (de la escena forense al financista) y se traduce en sentencias sólidas, el caso de Guayaquil puede marcar un punto de inflexión. De lo contrario, quedará como otro episodio donde el eco del estallido se apaga antes que sus causas.