Ausencias notables, promesas hispanas y un ciclismo que pedalea entre tradición, ciencia y geopolítica. ¿Puede América Latina volver al podio en la carrera más exigente del mundo?
El Tour de Francia es mucho más que una competencia ciclística. Es una celebración de la identidad europea, una plataforma para la tecnología de élite, y también, una barrera invisible para los corredores del sur global.
En 2025, la gran noticia para los latinoamericanos no es quién está compitiendo, sino quién no: el ecuatoriano Richard Carapaz, uno de los nombres más importantes del ciclismo latinoamericano, estará ausente.

Sin embargo, eso no significa que el pelotón esté libre de sabor latino. Con figuras emergentes como Dani Martínez o Santiago Buitrago, la región sigue presente en la lucha por un espacio entre los gigantes del ciclismo. Esta es una carrera de piernas, pero también de poder, política y presupuestos.
Latinos en el Tour 2025: ¿figuras decorativas o protagonistas del cambio?
A pesar de los desafíos estructurales, la presencia de ciclistas latinoamericanos en el Tour no se ha extinguido. En la edición 2025, nombres como:
- Harol Tejada (Colombia – XDS Astana)
- Sergio Andrés Higuita (Colombia – XDS Astana)
- Eduardo Sepúlveda (Argentina – Lotto)
- Santiago Buitrago (Colombia – Bahrain Victorious)
- Einer Rubio (Colombia – Movistar Team)
- Jhonatan Narváez (Ecuador – UAE Team Emirates)
siguen representando la resistencia andina en el pelotón europeo.
Comparado con años anteriores, la cantidad de corredores latinos ha disminuido, pero su calidad y proyección sigue creciendo. Para muchos equipos, los ciclistas latinoamericanos aportan no solo capacidad en montaña, sino un nivel de resiliencia mental forjado en la altitud y el esfuerzo diario.

La ausencia de Richard Carapaz: ¿Adiós al ídolo o pausa estratégica?
Richard Carapaz, ganador del Giro de Italia 2019 y podio en múltiples grandes vueltas, no participará en el Tour 2025. Según su equipo EF Education-EasyPost, la decisión se debe a una planificación enfocada en la Vuelta a España y a temas de recuperación física.
Para Ecuador y muchos fans de la región, su ausencia deja un vacío simbólico: Carapaz es, hasta ahora, el único ecuatoriano que ha ganado una gran vuelta. Su estilo agresivo y su historia de superación lo convirtieron en ídolo de multitudes.
¿Es el fin de su era? Todo indica que no. Pero su descanso en el Tour deja a otros la tarea de mantener la llama encendida.
Ciclismo, ciencia y datos: cómo se gana hoy el Tour de Francia
En el ciclismo actual, las piernas ya no bastan. Equipos como UAE Team Emirates o Ineos Grenadiers invierten millones en sensores biométricos, estudios aerodinámicos, nutrición hiperpersonalizada y simulaciones digitales de cada etapa. Los corredores latinos, aunque talentosos, muchas veces compiten con menos acceso a esta infraestructura.
La bicicleta del futuro ya está aquí. Lo que antes era un deporte de fondo y estrategia hoy se parece más a una carrera de Fórmula 1 con ciclistas como pilotos de datos.
Europa y el show del poder blando sobre dos ruedas
El Tour es también una herramienta de poder blando. Francia lo usa para proyectar tradición, excelencia y belleza natural. Reino Unido invierte para colocar a sus ciclistas como embajadores globales. Eslovenia, con Tadej Pogačar y Primož Roglič, ha creado una nueva narrativa de nación competitiva y moderna.
¿Y América Latina? Aún lucha por visibilidad y respeto en un mundo donde el ciclismo es también geopolítica.
¿Qué necesitamos para ver a un latino ganando el Tour (de nuevo)?
La receta no es secreta: inversión en infraestructura, academias juveniles, patrocinios nacionales y equipos profesionales en la región. Colombia ha avanzado, Ecuador ha dado saltos con Carapaz, pero hace falta más apoyo sostenido.
Las lecciones de Nairo Quintana, Rigo Urán y el mismo Carapaz muestran que se puede. Ahora, toca construir futuro con base, ciencia y visión.
Sin Carapaz, el Tour 2025 no será igual para los fans latinos. Pero hay una nueva generación que está lista para pedalear hacia la historia. Mientras el ciclismo global se transforma, América Latina sigue pedaleando con pasión, con desventaja… pero nunca sin ganas de ganar.