La Fórmula 1 tiene temporadas que se deciden por dominio, y temporadas que se deciden por nervios. 2025 fue de las segundas.
Lando Norris se consagró campeón del mundo con 423 puntos, apenas dos por delante de Max Verstappen (421), en un cierre de infarto que terminó en Abu Dhabi con Norris asegurando el título con un tercer lugar.
El resultado marca dos hitos. El primero, el obvio, Norris rompe la hegemonía reciente de Verstappen. El segundo, quizá más simbólico, es que McLaren completa un doblete (pilotos y constructores) por primera vez desde 1998, una frase que en Woking llevaba décadas sonando a nostalgia.
¿Quién es Lando Norris y por qué este título cambia su historia?
Norris, británico y piloto formado en el ecosistema McLaren, venía cargando un relato incómodo: talento reconocido, velocidad de sábado y consistencia creciente, pero sin el “cierre” definitivo que separa a un gran piloto de un campeón. 2025 fue ese cierre.
La F1, además, lo valida en el escenario más exigente: no ganó por inercia, ganó por gestión de presión, por regularidad y por una temporada donde McLaren tuvo el paquete para pelear arriba casi cada fin de semana.

Cómo se definió el campeonato en Abu Dhabi
La matemática del último domingo era simple y cruel: Norris llegaba con ventaja, pero el margen era lo bastante estrecho como para que un error lo cambiara todo.
En el GP de Abu Dhabi, Norris terminó tercero, detrás de Verstappen y de su compañero Oscar Piastri, y con eso fue suficiente para sellar el mundial.
El dato que explica el drama: dos puntos separaron al campeón del subcampeón al final del año.
La fotografía completa del top 3 y el papel de McLaren
El podio del campeonato deja claro que 2025 fue un año de batalla a tres:
1. Lando Norris (McLaren) 423
2. Max Verstappen (Red Bull) 421
3. Oscar Piastri (McLaren) 410
Reuters subraya un matiz que ayuda a entender el título: Verstappen ganó más carreras (8). Mientras que Norris y Piastri sumaron 7 cada uno, pero la consistencia y la suma de puntos semana a semana terminó inclinando el campeonato hacia Norris.
En otras palabras: 2025 demuestra, otra vez, que la F1 no siempre corona al que más domingos gana, sino al que menos domingos pierde.

Cinco claves que explican el campeonato de Norris
1) Regularidad de puntos y domingos “salvados”
Cuando el auto no era perfecto, Norris siguió sumando. Su temporada está llena de resultados fuertes en la tabla oficial de la F1, con puntos casi constantes desde el inicio.
2) Inicio con golpe de autoridad en Australia
El calendario arrancó con Norris ganando en Australia, un arranque que no solo suma 25: marca narrativa. Ya no era “aspirante”, era contendiente.
3) McLaren como plataforma competitiva real
El título de Norris no se explica sin el salto del equipo. McLaren tuvo el auto y la ejecución para sostener una pelea larga, y eso es precisamente lo que diferencia a un “buen año” de un año campeón.
4) Manejo del pulso interno con Piastri
Tener a tu compañero como tercer candidato al título puede romper un equipo. McLaren logró sostener el equilibrio lo suficiente como para llegar con opciones a la última carrera y cerrar el objetivo mayor.
5) Sangre fría cuando todo se cierra en Abu Dhabi
El campeonato se define ahí: Norris no necesitaba ganar, necesitaba no caer. Terminó en podio y ganó el título.

¿Qué significa este campeonato para la F1 que viene?
Este título llega justo antes del gran terremoto técnico: las reglas de 2026 prometen un reinicio que puede reordenar la parrilla.
Reuters lo plantea como el inicio de una “nueva era” con cambios fuertes y un 2025 que deja el mensaje claro: la hegemonía no es eterna.
Si Norris y McLaren consolidan lo aprendido en 2025, podrían convertir un “año histórico” en una etapa. Si no, 2025 quedará como ese año inolvidable donde un piloto maduró de golpe y una escudería clásica volvió a respirar grande.