El huracán Melissa irrumpió en el Caribe con una rápida intensificación hasta Categoría 5, golpeando Jamaica con vientos de hasta 185 mph (295 km/h) y dejando un rastro de destrucción antes de moverse hacia Cuba y poner bajo amenaza a Bahamas y Bermuda.
Autoridades y organismos internacionales hablan de un evento sin precedentes en la isla y de una emergencia regional por inundaciones, marejadas ciclónicas y vientos devastadores.
Formación y fortalecimiento de Melissa
El sistema que daría origen a Melissa se empezó a monitorear como onda tropical el 16 de octubre de 2025; tras organizarse en el Caribe occidental, tomó nombre y se fortaleció con gran rapidez hasta alcanzar Categoría 5 antes de tocar Jamaica.
Esta trayectoria la convirtió en la decimotercera tormenta nombrada y uno de los huracanes más intensos de la temporada atlántica 2025. La intensificación explosiva ocurrió sobre aguas muy cálidas, un factor clave señalado por científicos y autoridades, que apuntan al calentamiento del océano como combustible de ciclones más poderosos.
Este contexto favoreció un salto de intensidad en horas, complicando la preparación local. Para el 28–29 de octubre, Melissa ya figuraba en los boletines del Centro Nacional de Huracanes (NHC) con avisos y discusiones técnicas que describían su estructura, presión mínima y cambios de trayectoria, confirmando un evento de alto impacto para las Antillas Mayores.
¿Cómo ha avanzado el huracán Melissa?
Jamaica sufrió el impacto directo pues Melissa tocó tierra con fuerza histórica, provocando inundaciones repentinas, marejada de hasta 4 m y cortes masivos de energía. El primer ministro Andrew Holness declaró desastre nacional mientras miles de personas acudieron a refugios y se reportaron daños catastróficos en el suroeste de la isla.
Tras cruzar Jamaica, el ciclón debilitó levemente, pero siguió siendo peligroso al entrar en el oriente de Cuba (zona de Santiago de Cuba), forzando evacuaciones masivas. Imágenes satelitales y avisos del NHC confirmaron el centro del huracán moviéndose NNE/NE con vientos mientras emergía al Atlántico suroccidental.
Con el sistema ya mar adentro, los pronósticos lo proyectan hacia Bahamas y, posteriormente, mar adentro en dirección a Bermuda, manteniendo lluvias intensas, vientos dañinos y marejada en las islas bajas del noroeste del Caribe y Atlántico occidental.
Balance preliminar de daños y víctimas en países
Jamaica
Además de la interrupción eléctrica a gran escala y la destrucción de infraestructura vital, se reportaron fallecimientos y miles de desplazados; los condados del oeste y suroeste concentraron el mayor impacto por vientos extremos e inundaciones. Autoridades locales y agencias de ayuda (p. ej., Direct Relief) han iniciado operaciones de emergencia, con énfasis en acceso, agua, salud y comunicaciones.
Cuba
El gobierno ordenó evacuaciones de cientos de miles de personas en el oriente, con reportes de daños severos en Santiago de Cuba y municipios aledaños por vientos, lluvias y deslizamientos. El tránsito del ojo/semicírculo interno sobre tierra y su posterior salida al mar empeoraron el escenario por marejada y crecidas.
Haití y República Dominicana
Sin impacto directo del ojo, bandas exteriores y lluvias torrenciales dejaron inundaciones mortales, con decenas de fallecidos en Haití y víctimas en República Dominicana, según balances periodísticos iniciales basadas en autoridades locales.
Situación actual del huracán Melissa
A las 11:00 AM EDT (15:00 UTC), el NHC situó el centro de Melissa cerca de 21.4 N, 75.6 W, al noreste de Cuba, con movimiento NE ~14 mph, presión 974 mb y vientos máximos ~100 mph, aún peligrosos por la marejada en Bahamas y lluvias intensas residuales en Cuba.
Se recomienda seguir avisos oficiales y órdenes locales mientras persisten condiciones de alto riesgo. Medios internacionales mantienen cobertura en vivo con recuentos de daños, mapas y visualizaciones; varios gobiernos han anunciado ayuda humanitaria y fondos para la respuesta inmediata y la reconstrucción temprana.
La desinformación mediante videos sintéticos también está en el foco, por lo que se aconseja verificar fuentes. Para Bahamas y zonas del Atlántico occidental, el escenario base contempla peligro de marejada, oleaje y vientos con fuerza de huracán o tormenta dependiendo de la isla y del cuadrante afectado.
Bermuda podría enfrentar oleaje y vientos si la trayectoria se inclina más en días siguientes. Consulte boletines y gráficos oficiales.
El mensaje implícito en Melissa
Melissa vuelve a exponer la vulnerabilidad estructural del Caribe ante ciclones cada vez más intensos y rápidos: costos humanos y económicos desproporcionados, infraestructuras críticas frágiles, y una brecha entre la ciencia del riesgo y las capacidades de adaptación.
Más allá de la respuesta inmediata, el desafío es reconstruir con resiliencia, actualizar códigos de construcción, priorizar alertas tempranas, mapas de inundación y financiamiento climático para que el próximo gran huracán no vuelva a traducirse en catástrofe evitable.