El modelo económico lineal basado en ‘tomar, fabricar y desechar’ ha demostrado ser insostenible para un planeta con recursos limitados.
Cada año, millones de toneladas de desechos terminan en vertederos y océanos, mientras las materias primas se agotan a un ritmo alarmante. Ante esto, la economía circular surge como una alternativa que promete cambiar la forma en que producimos y consumimos.

Es decir, una economía donde nada se desperdicia y todo se reutiliza o regenera. En este artículo, exploramos cómo funciona, ejemplos reales y cómo podemos integrarla en nuestra vida cotidiana.
¿Qué es la economía circular?
La economía circular es un modelo económico diseñado para mantener los productos, materiales y recursos en uso durante el mayor tiempo posible, reduciendo los desechos al mínimo.
A diferencia del modelo lineal, busca cerrar el ciclo de vida de los productos a través de estrategias como el reciclaje, la reparación y la remanufactura.
Su objetivo no es solo minimizar impactos negativos, sino también regenerar los ecosistemas y crear valor sostenible a largo plazo.

Beneficios ambientales y económicos
Adoptar una economía circular reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuye la presión sobre los recursos naturales y evita la acumulación de residuos en el medio ambiente.
Desde un punto de vista económico, la práctica de esta economía beneficia a las empresas al ahorrar en materias primas, generar empleos verdes y también abrir nuevos mercados para productos reacondicionados y servicios de reutilización.

Según la Fundación Ellen MacArthur, una transición global a la economía circular podría generar un beneficio económico neto de hasta 4,5 billones de dólares para 2030.
Ejemplos en acción: empresas y ciudades circulares
Numerosas empresas ya están integrando principios circulares. Los fabricantes de electrónica que diseñan productos modulares para facilitar su reparación, marcas de ropa que reutilizan fibras o programas de leasing en lugar de venta para vehículos eléctricos.
Ciudades como Ámsterdam o San Francisco lideran la implementación de políticas públicas circulares, promoviendo mercados de segunda mano, compostaje masivo y construcción sostenible.

En Estados Unidos, por ejemplo, la marca de ropa Outdoor promueve el reciclaje de sus prendas, ofreciendo a sus clientes intercambiar prendas dañadas por otras usadas, reduciendo el consumo de nuevos recursos.
Argentina, con la empresa Ecoplas, que trabaja con plásticos reciclados para generar nuevos productos, y muchas otras empresas como Ikea, Natura, Philips, Unilever y Adidas.
Incluso en empresas dedicadas a la agricultura y pequeños emprendedores se emplea la economía circular. El compostaje, es la técnica estrella en este contexto, pues permite transformar los residuos orgánicos en abono natural.

El uso de esta economía también fomenta el uso de envases retornables y reutilizables. En muchos países los productos envasados en botellas de vidrio se devuelven luego del consumo. En otros casos hacen lo que se conoce como refill, para usar el mismo envase y no producir residuos incensarios.
La marca estadounidense de cosméticos Neutrogena es un ejemplo claro del uso de envases retornables. Actualmente aplica esto en una de sus cremas faciales más vendidas, Hydro Boost, ya que el usuario puede conservar el frasco original y compra solo el relleno del producto.

Cómo puedes sumarte a la economía circular
Como consumidores, tenemos un papel clave. Priorizar productos duraderos, reparar en lugar de desechar, compartir recursos en lugar de poseerlos individualmente y reciclar correctamente.
Asimismo, podemos apoyar a empresas con prácticas responsables y exigir a los gobiernos políticas que incentiven la economía circular a gran escala porque cada pequeño cambio suma a un impacto colectivo mayor.

La economía circular no es solo una tendencia es una necesidad urgente para asegurar la viabilidad del planeta y de nuestras sociedades.
Si repensamos nuestras decisiones de consumo y producción, podemos construir un sistema donde el crecimiento y la sostenibilidad no estén en conflicto. El futuro es circular, ¿Te unes al cambio?