El término greenwashing o lavado verde, se ha vuelto omnipresente en las conversaciones sobre sostenibilidad en 2025, cuando la crisis climática es más urgente que nunca.
Muchas empresas proclaman su compromiso con el planeta, pero ¿qué tanto de esto es genuino y qué tanto es simple estrategia de marketing?
Este artículo analiza el estado actual del greenwashing, los casos más notorios del año y las señales que te ayudarán a diferenciar entre quienes realmente cuidan el planeta y quienes solo lo usan como bandera publicitaria.
El greenwashing hoy: más sofisticado y difícil de detectar
Las prácticas de greenwashing ya no son tan obvias como antes. Las marcas han aprendido a utilizar certificaciones ambiguas, donde se detallan términos como ‘natural’ o ‘ecológico’ sin sustento real y campañas con imágenes verdes para dar la impresión de sostenibilidad.
En 2025, con consumidores cada vez más conscientes, las estrategias también se han vuelto más complejas. Inversiones en proyectos ‘verdes’ que representan una fracción mínima de su actividad principal o el uso de compensaciones de carbono poco verificables son algunas de las tácticas más comunes.

Según un informe de Changing Markets Foundation (CMF), más del 60% de las afirmaciones verdes en la industria no cumple con estándares verificables. En el año 2022, por ejemplo, la organización mencionó luego de estudios, que las empresas ocultan el impacto real del plástico a los consumidores.
En ese año indicó que al menos seis empresas reconocidas que aplicaban el greenwashing, entre ellas, Coca Cola, Tesco, Unilever y Head and Shoulders.
Sobre esto George Harding-Rolls, director de campaña de CMF, declaró que ¨La industria está feliz de presumir sus credenciales ecológicas con poca sustancia, por un lado, mientras perpetúa la crisis del plástico por el otro¨

Cómo detectar el greenwashing: señales de alerta
Para los consumidores críticos, es clave saber reconocer las señales. Algunas preguntas útiles son: ¿la empresa pública datos verificables? ¿Hay auditorías externas? ¿Las metas son específicas y medibles?
Desconfía de términos vagos como ‘verde’, ‘sostenible’ o ‘natural’ sin explicaciones claras. También es importante mirar la proporción de la actividad verde en relación con las operaciones totales de la compañía.
Sitios web como Earth.org y reportes de ONGs independientes pueden ayudarte a verificar las afirmaciones de las marcas.

Responsabilidad compartida
El greenwashing no desaparecerá mientras exista demanda por sostenibilidad y las reglas sigan siendo poco claras. Sin embargo, los consumidores tenemos un papel crucial en exigir transparencia y tomar decisiones informadas.
No basta con leer las etiquetas; debemos investigar y apoyar a quienes realmente contribuyen a un futuro más verde. El verdadero compromiso con el planeta no se mide por campañas publicitarias, sino por acciones consistentes y verificables.
La pregunta es: ¿estás dispuesto a mirar más allá del empaque?