El ataque: ritual interrumpido por una tragedia mortal
El incidente ocurrió durante una misa en la escuela católica Annunciation, en el barrio de Windom, al sur de Minneapolis. Dos niños, de 8 y 10 años, murieron; 17 personas resultaron heridas, entre ellas 14 menores y 3 adultos mayores.
Robin Westman, de 23 años, fue identificado como el agresor. Tras el ataque, se quitó la vida en el lugar.
El FBI trata el caso como un acto de terrorismo interno y crimen de odio dirigido contra la comunidad católica.
Perfil del sospechoso: vínculos y radicalización
Westman, previamente conocido como Robert Westman, había cambiado legalmente su nombre en 2020, identificándose como mujer transgénero. Su madre había sido secretaria en la institución católica, lo que indica una relación previa con la escuela.
El agresor utilizó un rifle, una escopeta y una pistola adquiridos de forma legal. Se reportó la presencia de un artefacto tipo bomba de humo en la escena, aunque no explosivos.
Westman compartió un manifiesto y varios videos antes del ataque, con mensajes violentos, antisemitismo, referencias religiosas y políticas, incluso frases como “kill Donald Trump”. Todo este contenido fue eliminado tras el ataque.
Reacciones oficiales y conmoción colectiva
El alcalde Jacob Frey describió el evento como “puro horror”, lamentando la pérdida de vidas en un entorno sagrado y seguro. El gobernador Minnesotan Tim Walz y otras autoridades estatales expresaron su dolor y solidaridad con las víctimas.
El presidente Trump ordenó banderas a media asta y se mantuvo en contacto con las autoridades locales.
Desde la Iglesia Católica, el arzobispo y el Papa expresaron su cercanía espiritual con los afectados.
Reflexiones necesarias: ¿Un nuevo patrón de violencia?
Este tiroteo no solo sacude a una comunidad escolar; es uno más en una cadena nefasta de violencia armada contra menores. En solo 25 años, EE.UU. ha registrado más de 400 episodios similares, y solo en 2025 ya superamos el centenar.
Las preguntas urgentes surgen con fuerza: ¿Cuándo terminaremos de normalizar la masacre de niños en lugares de fe y aprendizaje? ¿Cómo enfrentamos una política de armas que expone a inocentes?
¿Qué sucede cuando los actos violentos emergen de individuos aislados, pero inmersos en ideologías extremistas?