Chile amaneció con un nuevo presidente electo, José Antonio Kast se impuso en la segunda vuelta del 14 de diciembre de 2025 con un margen amplio frente a la candidata oficialista Jeannette Jara. En una elección que varios analistas ya describen como el cambio político más brusco hacia la derecha desde 1990.
Esta nota recopila información sobre quién es Kast, cómo se desarrollaron las Elecciones Chile 2025, quién fue su rival en el balotaje y cuáles fueron sus promesas de campaña.
Al final, una lectura crítica de lo que Chile necesita y lo que el nuevo presidente ofrece.
El nuevo presidente de Chile ¿quién es José Antonio Kast?
Kast llega a La Moneda como exdiputado y líder del Partido Republicano. Construido alrededor de una agenda conservadora con foco en orden público, control migratorio y recorte del Estado.
En medios internacionales se lo caracteriza como un político ultraconservador y admirador declarado de figuras y símbolos del pinochetismo. Una etiqueta que su entorno discute pero que ha sido parte constante de su perfil público y de la crítica que recibe.
Su victoria llega en su tercer intento presidencial, después de campañas previas en las que creció como figura de derecha dura al ritmo de dos angustias que se repiten en la calle chilena: delincuencia y migración irregular.

Elecciones Chile 2025 ¿cómo se llegó a una segunda vuelta decisiva?
Chile celebró la primera vuelta en noviembre y, al no haber ganador, se fue a balotaje el 14 de diciembre, tal como estaba previsto en el calendario electoral 2025.
En la campaña, el tema dominante no fue la macroeconomía ni una reforma estructural, sino la sensación de deterioro del día a día, es decir, robos violentos, crimen organizado y presión migratoria.
El medio Reuters destaca que Kast capitalizó ese clima con propuestas de militarización de zonas de alta criminalidad y medidas más duras para controlar fronteras.
La magnitud del triunfo también fue leída como parte de una ola regional de liderazgos de derecha, en un contexto de frustración social por seguridad y estancamiento económico.
Controversias y tensiones de la segunda vuelta
No hubo una sola controversia que definiera el proceso, sino un “paquete” de tensiones típicas de campañas polarizadas:
- Dureza del discurso en migración y orden público, con propuestas cuestionadas por opositores y defensores DD. HH.
- Debate sobre derechos reproductivos y agenda social (aborto, matrimonio igualitario), con resistencia previsible en una sociedad chilena más plural que la política partidaria.
- Una realidad política clave: Kast llega con mandato, pero no con un “cheque en blanco” legislativo; la gobernabilidad dependerá de pactos en un Congreso dividido.
Para resultados oficiales y conteos, la referencia institucional es el Servel.
¿Quién era la otra candidata a la presidencia? Jeannette Jara
La rival en la segunda vuelta fue Jeannette Jara, exministra de Trabajo del gobierno de Gabriel Boric y figura de la coalición oficialista. Diversos análisis señalan que representaba el intento del progresismo de retener el poder en un contexto adverso por la agenda de seguridad.
Tras el cierre de urnas, Jara reconoció la derrota, mientras el presidente saliente inició la transición institucional.

¿Qué prometió Kast en campaña? seguridad, migración y recorte del Estado
Seguridad con enfoque de “mano dura”
Kast centró su oferta en “recuperar el orden”, con propuestas que se resumen como:
- Militarización o despliegue reforzado en zonas de alta criminalidad.
- Medidas más duras contra el crimen organizado y fortalecimiento de control territorial.
Migración y frontera más rígida
En migración, su campaña propuso controles más estrictos y una política de “freno” a la irregularidad. Según The Guardian menciona medidas como:
- Centros de detención.
- Reforzamiento fronterizo.
Ajuste fiscal y recortes de gasto
En economía, Kast prometió recortes de gasto público. Aunque medios resaltan que varias propuestas aún carecen de un detalle operativo completo y que su margen se verá limitado por la negociación parlamentaria.
Agenda valórica conservadora
Su perfil incluye posiciones conservadoras en temas sociales (por ejemplo, aborto), que podrían generar choque político y social, y que difícilmente avanzarán sin mayorías claras.
Lo que Chile necesita y lo que ofrece su nuevo presidente
Chile no llega a 2026 como un país “en ruinas”, pero sí como un país fatigado.
Cansado de la inseguridad, del miedo en barrios que antes no lo conocían, de la sensación de que el Estado reacciona tarde y de que la política discute más de símbolos que de soluciones. Lo que Chile necesita con urgencia es:
- Seguridad con resultados, pero con control civil, métricas y límites claros para evitar abusos y mantener legitimidad.
- Un plan real contra el crimen organizado, que no se agote en despliegues: inteligencia financiera, control de armas, cárceles, lavado de activos y coordinación internacional.
- Crecimiento con cohesión, porque sin empleo y expectativas la seguridad se vuelve un parche.
Lo que ofrece Kast, según su campaña:
- Una respuesta rápida y dura a la inseguridad y a la migración, que conecta con el ánimo social de “basta”.
- Una promesa de ajuste del Estado y giro pro-negocios, que entusiasma a mercados, pero exigirá precisión técnica y acuerdos políticos para no convertirse en conflicto social.
El riesgo, y ahí está el punto crítico, es que “mano dura” sin estrategia integral termine produciendo más ruido que resultados: políticas espectaculares en cámara, pero sin reformas profundas en inteligencia, justicia y sistema penitenciario.
Y el segundo riesgo es político, si su coalición no logra acuerdos, Chile puede entrar en un ciclo de frustración acelerada, donde el péndulo vuelve a girar antes de que cualquier plan madure.