Una ciudad bajo el hielo, la NASA redescubre una base militar secreta en Groenlandia

El hallazgo no es solo un guiño histórico espectacular; es una advertencia.

Lo que muchos titulares venden como “la NASA descubre una base militar secreta a 30 metros bajo el hielo de Groenlandia” tiene nombre y apellido desde hace más de medio siglo: Camp Century, una instalación del ejército de Estados Unidos construida en plena Guerra Fría y hoy enterrada bajo la capa de hielo groenlandesa.

El hallazgo reciente no es una base nueva, sino un redescubrimiento con tecnología de radar de altísima resolución que ha devuelto a la conversación global una historia de armas nucleares, clima y residuos peligrosos congelados… por ahora.

Un radar de la NASA reveló la base secreta Camp Century bajo el hielo de Groenlandia.
Un radar de la NASA reveló la base secreta Camp Century bajo el hielo de Groenlandia.

Ciudad baja el hielo de Groenlandia ¿Qué encontró realmente la NASA?

En abril de 2024, un equipo de la NASA volaba sobre el noroeste de Groenlandia en un Gulfstream III equipado con el radar de apertura sintética UAVSAR, diseñado para “ver” dentro del hielo y estudiar su estructura interna.

El objetivo oficial era cartografiar el lecho de la capa de hielo, hasta que apareció algo inesperado. En las imágenes tridimensionales surgieron anomalías geométricas muy claras cerca de la base de la placa de hielo.

Se observaron líneas rectas, ángulos y estructuras que no podían ser naturales. Al comparar esos patrones con mapas históricos, el equipo confirmó que se trataba de Camp Century, una antigua base militar estadounidense de la Guerra Fría enterrada a unos 30 metros de profundidad.

La propia NASA describió la imagen como una “nueva vista de la ciudad bajo el hielo”, porque el radar permitió distinguir túneles excavados en el hielo, galerías principales y parte de la infraestructura que alguna vez alojó edificios, almacenes y un pequeño reactor nuclear.

Medios como Nature y ScienceAlert resumieron el hallazgo, “un avión de la NASA ha localizado, con precisión sin precedentes, una base secreta de la Guerra Fría que hoy descansa enterrada bajo decenas de metros de hielo”.

Camp Century la base secreta del Proyecto Iceworm

Camp Century no es una conspiración recién destapada. Es un proyecto militar real, documentado y parcialmente desclasificado desde los años 90. Según archivos del propio ejército de Estados Unidos y estudios históricos, Camp Century fue:

  • Construida entre 1959 y 1960 por el U.S. Army Corps of Engineers, a unos 200 km de la base aérea de Thule.
  • Diseñada como un campamento subglacial compuesto por 21 túneles de casi 3 km de longitud total, excavados en el hielo y cubiertos con arcos de acero.
  • Alimentada por un reactor nuclear portátil PM-2A, parte del programa de energía nuclear táctica del ejército.

Oficialmente fue presentada como estación científica para investigar el Ártico, pero extraoficialmente formaba parte del Project Iceworm. Un plan para desplegar cientos de misiles nucleares bajo la capa de hielo groenlandesa, capaces de lanzarse contra la Unión Soviética desde posiciones móviles e invisibles.

Sin embargo, el plan nunca se llevó a término porque el hielo resultó ser mucho más inestable de lo previsto, deformando las galerías.

En 1967, Camp Century fue abandonada; el reactor se retiró, pero se dejaron miles de toneladas de residuos con combustible diésel, aguas residuales, posibles restos radiactivos y químicos.

Con el paso de las décadas, la nieve cubrió todo y el campamento quedó sellado bajo decenas de metros de hielo.
Con el paso de las décadas, la nieve cubrió todo y el campamento quedó sellado bajo decenas de metros de hielo.

Qué aporta el nuevo radar de la NASA y por qué este “hallazgo” importa ahora

Aunque la existencia de Camp Century era conocida, durante décadas solo se contaba con planos y fotos de la época, registros de campo de los años 60 y algunas mediciones de radar muy rudimentarias.

El vuelo de la NASA en 2024 cambió eso. El UAVSAR produjo una imagen de alta resolución que dibuja la estructura interna de la base bajo el hielo, algo que nunca se había logrado con tanto detalle.

El científico de la NASA Chad Greene, que lideró el procesamiento de los datos, explicó en entrevistas que estaban buscando señales del lecho de la capa de hielo y “de repente, apareció Camp Century en la imagen”, con sus túneles alineados claramente. Esta nueva “vista” es importante por dos razones principales:

Histórica

  • Confirma con precisión la ubicación y el diseño del campamento.
  • Permite entender mejor cómo se construyó y cómo el hielo ha deformado sus estructuras con el tiempo.

Ambiental y de seguridad

Al conocer mejor la distribución de los túneles y residuos, se pueden modelar con más detalle los posibles riesgos si el hielo se derrite y libera combustibles, PCBs, aguas residuales y restos radiactivos.

En resumen, la NASA no está revelando una base “que nadie conocía”, sino actualizando con tecnología del siglo XXI el mapa de una de las instalaciones más simbólicas de la Guerra Fría.

El problema bajo el hielo residuos nucleares y cambio climático

Cuando Camp Century se abandonó, la lógica militar era simple, el hielo ártico es “eterno”. Todo lo que quede enterrado allí, se quedará allí. Pero el clima del siglo XXI ya demolió esa premisa.

Un estudio de 2016 en Geophysical Research Letters alertó de que el calentamiento global podría transformar el balance del hielo en la zona de Camp Century; de acumular nieve cada año a empezar a perder masa.

Eso abriría la puerta a que, hacia finales de siglo o principios del siguiente, los residuos almacenados salgan a la superficie o se liberen en forma de agua contaminada. Entre los materiales enterrados se mencionan:

  • Restos del circuito de refrigeración del reactor nuclear.
  • Hasta 200.000 litros de combustible diésel.
  • Aguas residuales sin tratar.
  • Posibles PCB y otros contaminantes químicos.

Evaluaciones más recientes, con modelos climáticos refinados y mediciones locales, señalan que hasta 2100 es muy improbable que esos residuos queden expuestos, porque la acumulación de nieve seguiría superando el deshielo.

Pero incluso esos estudios admiten que, en algún momento del siglo XXI o XXII, la ecuación puede invertirse. Es aquí donde el trabajo de la NASA se vuelve clave.

Cuanto mejor sepamos dónde están esos residuos y cómo se comporta el hielo que los cubre, mejor podremos anticipar la magnitud del problema y decidir quién debe hacerse responsable (Estados Unidos, Dinamarca, Groenlandia, o algún tipo de acuerdo compartido).

El “descubrimiento” de 2024 es un redescubrimiento técnico pues la base nunca se perdió en el sentido histórico.
El “descubrimiento” de 2024 es un redescubrimiento técnico pues la base nunca se perdió en el sentido histórico.

Secrecía, geopolítica y titulares sensacionalistas

La historia de Camp Century tiene todos los ingredientes para convertirla en combustible de teorías:

  • Una base militar secreta bajo el hielo.
  • Un proyecto para desplegar misiles nucleares invisibles.
  • Un reactor enterrado en un entorno frágil.

Y ahora, una NASA que se “encuentra” con todo eso mientras estudia el clima. No sorprende que muchos medios hayan optado por titulares del tipo “NASA descubre una ciudad secreta” o “base militar perdida bajo el hielo”.

Pero conviene matizar, el secreto militar pertenece sobre todo a la época de la Guerra Fría. Los documentos del Project Iceworm y la función real de Camp Century se desclasificaron en los años 90.

El “descubrimiento” de 2024 es un redescubrimiento técnico pues la base nunca se perdió en el sentido histórico, pero ahora se ha podido ver con claridad bajo el hielo, algo que antes era imposible.

Al mismo tiempo, el caso vuelve a poner sobre la mesa una pregunta incómoda,
¿cuántas infraestructuras militares, residuos nucleares o proyectos experimentales quedaron diseminados por el Ártico bajo la idea de que el hielo los enterraría para siempre?

Huellas de la Guerra Fría en un planeta que se calienta

La imagen de Camp Century emergiendo en el radar de la NASA condensa dos épocas en una sola fotografía:

  • La Guerra Fría, con su lógica de “todo vale” si refuerza la disuasión nuclear, incluso construir ciudades subterráneas en un país aliado (Dinamarca) sin contárselo del todo.
  • La era del cambio climático, en la que esos experimentos “enterrados para siempre” vuelven, potencialmente, como problemas ambientales y diplomáticos.

El hallazgo no es solo un guiño histórico espectacular; es una advertencia. Cada túnel bajo el hielo, cada bidón oxidado, cada residuo radiactivo dejado atrás habla de un tiempo en el que se asumía que la naturaleza era un almacén infinito y estático.

Hoy sabemos que no lo es, el hielo se mueve, se derrite, libera lo que guarda. Que haya hecho falta un radar de la NASA para volver a ver Camp Century nos recuerda que lo que enterramos (militar, tóxico o simbólicamente) no desaparece.

Solo espera. Y el calentamiento global acelera ese reloj.

 

Jhanayna Zambrano
Jhanayna Zambrano
Licenciada en Ciencias de la Comunicación y periodista por vocación. Mi experiencia como reportera en uno de los medios más leídos del país fortaleció mi compromiso con un periodismo responsable y humano. Me apasiona contar historias que inspiran, reflejan resiliencia y despiertan conciencia social.

Artículos Relacionados

Perú reconoce legalmente los derechos de las abejas sin aguijón en un hito histórico

En un paso sin precedentes, la Municipalidad Provincial de Satipo (Perú) aprobó una ordenanza que reconoce los derechos legales de las abejas nativas sin...

Hongos negros de Chernóbil, la vida que aprendió a crecer con la radiación 

Cuando en grupo de científicos volvieron a internarse en las ruinas del reactor 4 de Chernóbil descubrieron algo que parecía desafiar toda lógica biológica,...

Mapaches en modo ciudad, ciencia afirma que se están domesticando para sobrevivir en Canadá

En las noches de Toronto, Hamilton o Mississauga, no son los perros ni los gatos los verdaderos dueños de los callejones, son los mapaches...

Incendio de Hong Kong, del primer humo a 65 muertos y casi 300 desaparecidos

Hong Kong vive uno de los episodios más dolorosos de su historia reciente, un incendio masivo en el complejo residencial Wang Fuk Court, en...