El desfile de Victoria’s Secret 2025 volvió a llenar de luz los reflectores de Nueva York. Celebrado el 15 de octubre en los Steiner Studios, el evento no solo marcó el regreso del glamour que definió una era, sino también una declaración contundente de cómo la moda global puede reinventarse sin perder su esencia.
Este año, la pasarela fue un canto a la diversidad, el empoderamiento y la inclusión real en un mundo que exige nuevas narrativas femeninas.
El regreso esperado de una pasarela con cambios
Después de años de pausa, el desfile de Victoria’s Secret 2025 fue recibido como un renacimiento. La marca, que durante décadas fue símbolo del ideal de belleza estereotipado, mostró ahora un nuevo rostro más acorde con los tiempos.
Sobre la pasarela brillaron modelos como Adriana Lima, Alessandra Ambrosio, Lily Aldridge, Ashley Graham y Paloma Elsesser, nombres que evocan distintas generaciones de ángeles, todas unidas en un mismo propósito, redefinir qué significa ser bella y poderosa.
El show también dio la bienvenida a Yumi Nu, Iris Law, Angel Reese y Barbie ferreira, jóvenes figuras que representan la mezcla entre cultura, deporte y autenticidad. Cada aparición fue un mensaje visual de que el futuro de la moda pertenece a quienes se atreven a ser diferentes.
Latinas en la pasarela de Victoria’s Secret junto a Karol G
La presencia latina fue uno de los momentos más vibrantes del desfile. Karol G, convertida en una de las artistas más influyentes del planeta, no solo subió al escenario como intérprete, sino que dejó su huella como símbolo del orgullo latino.
Con una actuación en español, la artista colombiana demostró que la sensualidad y la fuerza femenina pueden coexistir sin filtros ni fronteras. Su participación fue celebrada por el público y la crítica, consolidando el lugar de América Latina dentro del nuevo universo de Victoria’s Secret.
El empoderamiento como sorpresa de la noche
Uno de los momentos más emotivos del evento fue protagonizado por Jasmine Tookes, quien desfiló con nueve meses de embarazo, luciendo un diseño que realzaba su figura con orgullo y naturalidad. Su aparición fue recibida con una ovación, simbolizando una nueva era donde la maternidad y el poder femenino caminan de la mano.
El gesto fue más que una elección estética, fue un mensaje claro de que las mujeres pueden brillar en cualquier etapa de sus vidas. La escena se viralizó y fue considerada un acto de valentía y autenticidad.
La nueva era de Victoria’s Secret
La marca estadounidense supo combinar su legado con una nueva visión. El espectáculo recuperó la nostalgia de los grandes desfiles de los 2000, pero con un discurso mucho más consciente y diverso.
Ya no se trata solo de cuerpos perfectos, sino de historias reales. Ashley Graham y Paloma Elsesser, por ejemplo, demostraron que la belleza inclusiva tiene un espacio legítimo en las pasarelas más prestigiosas del mundo. El desfile de Victoria’s Secret 2025 no fue solo una pasarela, fue un espejo de los tiempos.
En un mundo que exige autenticidad, las marcas deben evolucionar o desaparecer. Este show no solo celebró el cuerpo femenino, sino su historia, su fuerza y su capacidad de transformar la cultura global.
La inclusión ya no es una tendencia, sino un compromiso. Desde la presencia de Karol G hasta la valentía de Jasmine Tookes, el evento recordó que el verdadero poder de la moda no está en el brillo de los cristales, sino en la diversidad de quienes los llevan.
