El reconocimiento internacional de Palestina sigue siendo una de las cuestiones diplomáticas más divisivas de nuestro tiempo. Mientras Israel y Estados Unidos se oponen firmemente, más de 130 países ya reconocen oficialmente al Estado palestino, reconfigurando las alianzas y tensiones dentro de la ONU y del sistema internacional.
Cada nuevo apoyo modifica el tablero geopolítico y refleja la pugna entre soberanía, seguridad y justicia histórica.

El Estado de Palestina: El peso del reconocimiento en Naciones Unidas
En 2012, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), otorgó a Palestina el estatus de Estado observador no miembro, un hito diplomático que consolidó su presencia internacional. Aunque este reconocimiento no equivale a membresía plena, ha permitido a Palestina participar en organismos internacionales y firmar tratados.
Hoy, el debate sobre la incorporación plena sigue bloqueado en el Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos ejerce su poder de veto en favor de Israel. Sin embargo, la abrumadora mayoría de países en la Asamblea apoya la legitimidad de Palestina como Estado soberano.
¿Cuántos países reconocen a Palestina?
Actualmente, alrededor de 138 países han reconocido oficialmente a Palestina. La mayoría pertenece a:
América Latina y el Caribe: entre ellos México, Brasil, Argentina y Chile.
África: gran parte del continente, incluidos Sudáfrica, Nigeria y Egipto.
Asia: India, China, Indonesia y prácticamente todo el mundo árabe-musulmán.
Europa del Este: países como Polonia, Hungría y la República Checa.
En contraste, las principales potencias de Europa Occidental, junto con EE.UU., Canadá, Japón y Australia, aún no han dado el paso, pese a que reconocen el derecho de los palestinos a un Estado en el marco de una negociación de paz. Por su parte, la Unión Europea se encuentra dividida. Entre los países que reconocen a Palestina están: Suecia, Malta, Chipre y algunos países del Este.
Los países que no lo reconocen, pero apoyan solución entre dos Estados son: Alemania, Francia, España, Italia y Reino Unido. Los últimos años han mostrado un creciente movimiento parlamentario en varios países europeos para reconocer a Palestina, especialmente tras la intensificación de los conflictos en Gaza y Cisjordania.
Implicaciones diplomáticas globales
Presión sobre Israel: cada nuevo reconocimiento refuerza la narrativa palestina en el ámbito internacional, dificultando el aislamiento diplomático de sus reclamos.
Polarización en Occidente: mientras Europa se divide, EE.UU. mantiene su veto, tensionando su imagen como mediador imparcial.
Sur Global fortalecido: países de África, Asia y América Latina han convertido el reconocimiento en bandera de soberanía y resistencia contra la hegemonía occidental.
Efecto cascada: la posibilidad de que países de Europa Occidental reconozcan a Palestina podría desencadenar un cambio radical en las negociaciones de paz.
Un mapa diplomático en constante evolución
El reconocimiento de Palestina no es solo un gesto simbólico. Cambia equilibrios, altera alianzas y redefine la geopolítica mundial. Mientras Israel insiste en que este paso solo puede darse tras acuerdos de paz, más países lo consideran un acto de justicia histórica.
La pregunta que persiste es si la comunidad internacional avanzará hacia un consenso que permita destrabar la solución de dos Estados o si la diplomacia seguirá atrapada en un mapa dividido.