Décadas después del último alunizaje humano, la misión Artemis II representa el nuevo puente hacia el espacio profundo. Programada para principios de 2026, esta misión tripulada alrededor de la Luna (sin aterrizaje).
Será la primera oportunidad real en más de medio siglo para probar que los sistemas de la NASA pueden sostener humanos lejos de la Tierra. Todos los ojos están puestos sobre la misión, pues su éxito definirá los pasos siguientes hacia Artemis III y más allá hacia Marte.
Misión Artemis II: El regreso a la Luna
La Agencia Espacial Estadounidense (NASA), anunció que se está preparando la misión Artemis II, donde esperan enviar a un grupo de astronautas altamente calificados a orbitar la superficie de la Luna en un viaje de 10 días. La misión inicialmente estaba prevista para finales de abril de 2026, sin embargo, se adelantó para el mes de febrero debido a condiciones son favorables.
Esta misión es el segundo lanzamiento del programa Artemis, cuyo objetivo es el aterrizaje de astronautas en la Luna para finalmente, establecer presencia humana en la superficie lunar. La primera misión Artemis duró 25 días y contempló el lanzamiento de una nave espacial sin tripulación en noviembre de 2022, la nave orbitó la Luna y reingresó a la atmósfera terrestre con éxito.
Para el lanzamiento de Artemis II, según el director de la misión, Jeff Radigan, se enviará a cuatro astronautas en un viaje de ida y vuelta, ellos son: Reid Wiseman (comandante), Victor Glover (piloto), Christina Koch y Jeremy Hansen (especialistas de la misión), siendo Hansen el primer canadiense en participar. El vehículo de lanzamiento será un cohete de Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) Block 1, con una cápsula Orión, donde los tripulantes vivirán durante su viaje espacial.
Artemis II: Objetivos técnicos y desafíos del vuelo
Para que Artemis II sea un éxito, hay varios hitos que el equipo debe cumplir:
Validar sistemas con tripulación a bordo: muchos sistemas de la nave nunca se han probado con humanos en entorno lunar: soporte vital, propulsión, comunicaciones, navegación profunda.
Demostración de operaciones de proximidad y control manual: los astronautas deberán maniobrar cerca de la etapa superior del cohete descartado (ICPS) para probar controles manuales y sistemas de encuentro espacial.
Trayectoria de retorno libre (free-return): la misión usará una ruta que, en caso de falla, permite que la nave regrese a la Tierra sin requerir grandes maniobras extras.
Pruebas de radiación, recursos humanos y salud: exponerse al entorno lunar permitirá medir cómo responden los cuerpos humanos a niveles de radiación y microgravedad prolongados.
Comunicación y transmisión de datos: Artemis II probará tecnologías avanzadas de comunicaciones ópticas y enlaces de alta velocidad en espacio profundo.
Contexto e importancia histórica
Desde Apolo 17 (1972) no ha habido misiones tripuladas más allá de la órbita terrestre baja, Artemis II pretende corregir eso. Es el primer vuelo tripulado del programa Artemis, que busca no solo volver, sino establecer presencia sostenible en la Luna, y servir de base para futuras misiones a Marte y más allá.
El módulo de servicio de Orión, que impulsa el viaje desde órbita lunar hacia atrás hacia la Tierra, es construido con aporte europeo (ESA), lo que refuerza la colaboración internacional.
Riesgos, retrasos y ajustes que podrían venir
En diciembre de 2024, la NASA retrasó Artemis II desde una fecha inicial en 2025 hacia abril de 2026, citando preocupaciones con el escudo térmico de Orión tras el vuelo Artemis I. No obstante, en 2025 se ha comenzado a mencionar la posibilidad de adelantar el despegue a febrero, si las pruebas y las integraciones lo permiten.
El control térmico, la protección contra micrometeoritos y la fiabilidad de los sistemas habitables en un entorno lunar serán pruebas críticas, pues cualquier falla puede comprometer la misión. Artemis II busca ser más que un sobrevuelo, quiere ser el ensayo general para Artemis III, la misión planificada que pretende alunizar astronautas en la superficie lunar hacia 2027.
El éxito de Artemis II condicionará el diseño, confianza y seguridad de esa misión histórica. Además, el creciente interés por la Luna (entre naciones como China, India y la Unión Europea) intensifica la carrera espacial moderna. Artemis II, en este sentido, busca colocar a Estados Unidos nuevamente en la vanguardia de la exploración humana.
¿El ser humano volverá a la Luna?
Artemis II no es una simple misión de prueba, es un retorno simbólico y funcional al espacio profundo, la antesala del renacimiento lunar. Su éxito o fracaso, marcará el rumbo de la exploración humana en las próximas décadas. Si todo sale bien, veremos cómo la Luna deja de ser un recuerdo del pasado para convertirse en plataforma para el futuro.