El conflicto entre Israel y Palestina sigue siendo uno de los más complejos y dolorosos del siglo XXI. Con nuevas rondas de violencia en Gaza y Cisjordania, el enfrentamiento mantiene en un hilo a la comunidad internacional, mientras miles de civiles sufren las consecuencias de una disputa histórica aún sin solución.
En esta nota analizaremos el origen del conflicto, los 5 puntos claves para comprender mejor la situación actual y sus implicaciones globales.

Israel y Palestina: El origen del conflicto
La causa principal del conflicto entre Israel y Palestina se debe a reclamos de territorio sobre la misma tierra. Luego de la Primera Guerra Mundial el Imperio Británico controló esta región. Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos judíos emigraron a la región histórica de Palestina, amparados por el movimiento sionista (que defendía su presencia en Palestina).
Aunque en un principio fueron pequeñas oleadas para finales de la guerra, la población era masiva debido al holocausto Nazi. El incremento de la población judía provocó olas de violencia con los árabes. Por esta razón, en 1947 la Organización de las Naciones Unidas (ONU), propuso dividir a Palestina en dos estados: uno judío y otro árabe.
La población judía estuvo de acuerdo, pero los árabes rechazaron la medida estallando así una guerra civil que terminó con la expulsión de dos tercios de la población árabe. Israel declaró su independencia poco después (1948), dando lugar a una guerra con países árabes vecinos. Al término de esta guerra, Israel se negó a aceptar el retorno de más de 700.000 refugiados palestinos, que viven desde entonces en campamentos y ciudades del Líbano, Jordania, la Franja de Gaza y Cisjordania, entre otros lugares.
Pese a que este fue el inicio del conflicto, es importante señalar que, con el pasar de los años sus razones de lucha dejaron de ser solo geográficas, pasando a considerar motivaciones políticas, religiosas, culturales e incluso de intereses internacionales. En el siguiente texto detallamos los puntos claves para entender su situación actual y sus implicaciones políticas.
1. Gaza en llamas: Ataques aéreos y ofensiva terrestre
En los últimos meses, Israel ha intensificado su campaña militar en Gaza, con bombardeos dirigidos contra infraestructura de Hamas y la Yihad Islámica. El objetivo declarado es neutralizar la capacidad armada de los grupos palestinos tras el lanzamiento de cohetes hacia territorio israelí. Sin embargo, los ataques han dejado miles de víctimas civiles y destrucción de hospitales, escuelas y campamentos de refugiados.
2. Hamas y la resistencia palestina: Actores centrales del conflicto
Hamas, considerado grupo terrorista por Israel, EE.UU. y la Unión Europea, gobierna Gaza desde 2007. Su brazo armado mantiene una guerra constante de baja y alta intensidad contra Israel, a la que considera potencia ocupante. En paralelo, la Autoridad Palestina de Mahmud Abbas controla partes de Cisjordania, pero su capacidad política se ha visto debilitada por la falta de elecciones y la pérdida de legitimidad entre los palestinos. Esta división interna complica cualquier negociación de paz.
3. Crisis humanitaria: Un pueblo atrapado
Los habitantes de Gaza que son más de 2,2 millones de personas enfrentan cortes de electricidad, falta de agua potable y hospitales al borde del colapso. La ONU advierte de un riesgo real de catástrofe humanitaria, con niños y mujeres como principales víctimas. El bloqueo impuesto por Israel y Egipto limita la entrada de bienes, lo que ha profundizado la pobreza extrema y la dependencia de ayuda internacional.
4. Implicaciones internacionales y diplomáticas
Sus implicaciones diplomáticas son también controversiales. El conflicto de sus fronteras los mantiene a ellos y a otros países en negociaciones de paz con la fragilidad de un hilo, a continuación, los detalles:
- Estados Unidos respalda la seguridad de Israel, pero presiona bajo la mesa para evitar una escalada total.
- Irán apoya a Hamas y a otros grupos armados, aumentando la tensión en toda la región.
- Europa pide un alto el fuego inmediato exigiendo el respeto a los derechos humanos.
- Países árabes, aunque críticos de Israel, mantienen en muchos casos relaciones diplomáticas y comerciales, lo que revela la fractura regional sobre cómo enfrentar la crisis.
5. La paz cada vez más lejana
La solución de dos Estados, defendida durante décadas por la comunidad internacional, parece hoy más remota que nunca. El crecimiento de asentamientos israelíes en Cisjordania, la radicalización de Hamas y la desconfianza mutua han cerrado casi todas las puertas al diálogo.
Mientras tanto, el ciclo de violencia, los ataques, las represalias, y los bloqueos de ayuda humanitaria se repite sin perspectivas claras de resolución. La gran pregunta es si la comunidad internacional podrá impulsar un proceso que detenga el derramamiento de sangre o si el conflicto continuará como una herida abierta sin cura a la vista.